La vida, un espejo que refleja lo que somos

ciclista jesus marreroEsta mañana mientras paseaba en la bici, pensaba en esta frase. La vida es un espejo que refleja lo que somos. Ocurre que, entre los ciclistas, hay una especie de complicidad en la carretera. Igual que ocurre con camioneros, transportistas, guaqueros, se saludan amablemente cuando se cruzan en la calzada. No obstante, hay personas que no saludan ni devuelven el saludo. Por eso pensaba en el titulo de esta reflexión. “La vida es un espejo que refleja lo que somos”. Generalmente entre ciclistas saludan con un tímido mover de cabeza. Sin embargo, me gusta dar los buenos días, además del propio saludo con la mano o la cabeza. Lógicamente, hay algunos que ni saludan ni devuelven el saludo. Recuerdo, de adolescente, que durante un tiempo dejé de saludar en la calle porque casi nadie me correspondía. ¿para qué iba a dar las buenas … si muchos ni siquiera me miraban? Hoy, tiempo después, con algo de experiencia y madurez, la vida me ha enseñado que no es importante esperar el saludo devuelto, sino darlo. La vida refleja lo que somos. Así, estoy convencido, que lo pasa mucho peor quien reprime el saludo, que quien lo da.

Quien sonríe al otro y da los buenos días, lo hace por una expresión natural, alegre, feliz, que brota de su corazón. El que recibe el saludo, si no lo devuelve debe hacer un esfuerzo en buscar en su “NEGATIVIDAD” razones para no responder, tales como “¿Qué se cree este?, ¿Por qué me saluda si no le conozco?, y otras lindezas que únicamente minan nuestro bienestar interior. Así, por tanto salude, sonría, aunque no conozca de nada a quien da las buenas horas, porque estará alimentando su alegría y felicidad.

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