Pelota de oro

imagesEsta tarde entregaron la pelota de oro. Se la dieron a Cristiano. Sinceramente no me gusta. Me da igual que se la den a Cristiano o que se la den a Alberto un jugador infantil. Y me da igual porque no me parece un premio justo. No se puede reconocer la figura de un solo jugador en un equipo. Me parecería bien que le dieran una pelota de oro a Nadal, por ejemplo. El tenista disputa muchos de sus partidos en solitario y por ello es merecedor de esa distinción. Pero en un colectivo, premiar a un sólo jugador me parece terrible. ¿Qué sería de ese jugador sin los diez restantes? ¿Podría parar, defender, organizar el juego el solo? 

Lo curioso de este galardón es que generalmente se lo llevan los delanteros. Son los que meten los goles, los que son aplaudidos, los que hacen las celebraciones… Sin embargo, el trabajo sucio que hacen los demás, especialmente los organizadores del juego en el medio campo o, quienes detienen las embestidas del equipo contrario, en la defensa, no tienen premio. Es el trabajo sucio. Y el trabajo sucio no se premia, sólo cuenta lo vistoso, los goles.

Ocurre en el fútbol, por desgracia, como en la vida cotidiana. Hay quienes meten los goles, quienes están en primera plana y otros muchos que hacen el trabajo sucio. Eso no es malo. Lo preocupante son dos cosas: La primera que muchos se pasan la vida soñando con la suerte de ser como el de la pelota de oro, esperando que caiga del cielo una bendición divina y les haga como ellos. Lo triste es que no hacen nada para intentar conseguir ese sueño. La segunda cosa es la maquinaria que produce y alimenta estos personajes con tanta atención, tanta importancia, cuando en la vida ordinaria hay muy pocas cosas necesarias. Seria bueno que las descubriéramos por nosotros mismos y no porque nos las “impone” la socieda

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