Ya no es Navidad

termino la navidadCon la misma premura con la que ha desaparecido los adornos navideños y los alumbrados, también se ha ido apagando la sonrisa y felicidad de las personas. Ya no es Navidad y se nota. No hay sonrisas amables, no hay gestos de cariño, no hay alegría. La fiesta ha terminado. Ya no toca ser feliz.

Los detractores de esta fiesta alegan, precisamente, la falsedad de quienes sólo se muestran felices en esta época. Sin embargo, prefiero al menos, unos pocos días felices al año antes que ninguno. 

Debería ser siempre Navidad. Y no es la típica frase con un buen deseo. Es, más bien, una loable petición, porque si tratamos de ser felices durante unos días y, además lo conseguimos, podría ser extensible a todo el año y a toda nuestra vida. Las felicitaciones, la alegría, los buenos deseos de estos días, parece que es algo que nos imponen, bajo el lema “ahora es Navidad, ahora toca ser feliz”. A partir del día 7 de enero debe terminar este simulacro de felicidad.

La felicidad no es algo que nos imponen, tampoco viene de fuera. Es una actitud ante la vida. No es un camino ajeno, sino una manera de caminar, como decía algún dicho. No obstante, me llama la atención la facilidad con la que nos hemos olvidado de aquello que vivimos hace apenas unos días.

Sería bueno que siempre fuera Navidad o, al menos, que siempre nos mostráramos felices y alegres. Los buenos deseos, la alegría es la mejor terapia contra mucho de nuestros males. Probemos a ser felices, probemos a llevar la alegría de la Navidad siempre con nosotros. Es una enfermedad contagiosa que puede proporcionar mucho bien a quienes nos rodean.

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