¿La familia o los amigos?

family simpPara muchos es un dilema. Hay quien asegura que su verdadera familia sonsus amistades porque se sienten defraudados por los más próximos. Otros, en cambio, valoran a sus padres, hermanos, primos… como el mayor valor. ¿Debe oponerse la familia a las amistades?, ¿Debe estar una mejor valorada que otra? No hay una respuesta fácil.


Es probable que quienes tengan una mala experiencia con su familia, porque los hermanos se han enfadado o distanciado, prefieran a los amigos en los que han encontrado su refugio. También, lógicamente, se da la situación contraria. Hay quienes han entregado todo a sus amistades, se han visto defraudados y vuelven a la familia. Es natural que cuando hemos tenido una mala experiencia en cualquier relación no queramos saber nada más de ella. Pero ¿en condiciones normales debe estar por encima la familia o las amistades?
Depende de la experiencia vital. Es decir, hay hogares en los que por diferentes motivos la familia no ha sido bien cimentada. Así, puede ocurrir que cada hijo esté por su lado, con sus más allegados y sin saber del resto. En el lado opuesto podemos encontrar un grupo en la que los padres siempre han visitado a sus abuelos. Los primos y tíos tienen una buena relación, se reúnen frecuentemente, por tanto esos miembros tienen otro concepto de la familia.  Hoy, tendemos vivir con nuestra familia cercana, pero eso no significa que no la valoremos.
Las amistades, en cambio, suelen ser pasajeras. Mientras se mantenga esa relación por que vivimos cerca, compartimos proyectos, trabajo, etc, pueden funcionar. Sin embargo, si los vínculos de unión se pierden, la amistad también se deteriora. En cambio, en la familia hay unos lazos indelebles que nos unen de por vida.
Finalmente, considero que no hay oposición entre familia y amigos. No tiene porque ser una cosa mejor que otra. Los extremos siempre son malos. Si preferimos exclusivamente a los amigos, estaremos dejando de lado a nuestros familiares y ocurre lo contrario si sólo valoramos la familia. Por tanto un equilibrio, es lo adecuado. Cuidar tanto una cosa como la otra

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