No nos dejemos arrastrar por las tardes tristes

Con el cambio de hora comienza verdaderamente el otoño. No importa que la estación entrara oficialmente un mes antes, porque ahora las tardes parecen más tristes. Anochece antes, hay algunas lluvias, el cielo está gris y todo invita a la tristeza. Sin embargo, hemos de descubrir que somos nosotros los que hemos de saber gestionar lo que sucede fuera. Cada cual es capaz de decidir cómo le afectan aquellas cosas que pasan alrededor.

Cada día pasan en nuestro entorno cientos de acontecimientos, pero cada cual es el que decide el modo en el que le afectan. Siempre hemos pensado que no podemos luchar contra una tarde gris y lluviosa, sino que hemos de aceptarla estoicamente y asumir que debemos interiorizar lo que ocurre fuera. No cabe duda que esta actitud no es buena para nosotros.

No podemos cambiar el tiempo, pero sí podemos cambiar la manera en que nos afecta. Es probable que ante una tarde triste, como la de hoy, muchos piensen poco se pueda hacer, pero sí que podemos hacer muchas cosas. Podemos pensar que somos desgraciados por la lluvia o pensar que este líquido es muy bueno para nuestros campos. Podemos pensar que la lluvia nos fastidia el paseo de la tarde o coger el paraguas o el chubasquero y salir de todas formas. Podemos pensar que ahora no da tiempo de hacer nada con estas tardes tan cortas o disfrutar del recogimiento y leer un buen libro en el calor del hogar.  Cada cual elige la respuesta que da a este acontecimiento. Todo son esquemas mentales que podemos ir cambiando con algo de práctica.

Entramos en u periodo, que dicen algunos es proclive a la depresión, por tener menos luz solar, porque salimos menos, porque el beneficioso sol caliente menos. Pero cada día se abre una nueva oportunidad para disfrutar y celebrar la vida. Porque es bastante triste que una tarde o la lluvia sea capaz de controlar mi estado de ánimo. Cada uno es el dueño de sus sentimientos y podemos cambiar, cuando nos plazca, una tarde de lluvia por un rato de risas y de alegría. Eso depende sólo de nosotros. Dejarnos arrastrar por una circunstancia nos hace ser bastante marionetas y frágiles. Así que debemos entrenarnos en ser capaces de cambiar nuestros estados de ánimo, porque sólo cada cual puede y debe elegir como se siente.

Anuncio publicitario