No hagas lo que los demás te dicen

Continuamente estamos recibiendo consejos, indicaciones, normas que debemos cumplir. Muchas personas, especialmente los educadores, dicen a sus pupilos lo que deben hacer, de forma que todo nuestro aprendizaje se configura en torno a lo que los demás nos dicen, pero ¿es correcto hacer siempre caso a lo que nos piden?

20120825-094312.jpg
Hay personas que siempre «han hecho lo correcto». Han sido educados para obedecer a pies juntillas todo lo que los demás proponen. Son buenas personas, no dan ningún tipo de problema, todos los consideramos buenísimas personas por su actitud. Además, decimos que un niño es bueno cuando obedece, no grita, es tranquilo, sin embargo a aquel juguetón, inquieto, decimos que es malo. ¿Qué es, por tanto, lo correcto? ¿Debemos comportarnos siempre de manera que agrademos a los otros?

Cualquier posición extrema siempre es mala. De esa forma, aquel que hace siempre lo que otros dicen sin rechistar, en una actitud de completa sumisión, no puede ser buena, puesto que de alguna forma está limitando la libertad y sólo actuamos para contentar a los otros. Tampoco debe ser correcto que alguien actúe de manera totalmente opuesta a lo que le proponen, incumpliendo las normas, haciendo lo contrario a los consejos que me dan, porque de esa forma «soy yo mismo» y no aquello que los demás quieren.

Hoy se da con cierta frecuencia esta última actitud. Es decir, para reforzar nuestro «yo» hacemos lo opuesto a lo que nos dicen. No hago caso a las normas, no cumplo lo que los otros quieren, porque eso sería absoluta sumisión. «Tengo que decir siempre lo que pienso», afirman muchos, aunque haga daño en cada palabra que pronuncio, porque de esa forma los demás me conocerán perfectamente y no engaño a nadie.

Los estamos nunca fueron buenos. Así, hacer siempre lo que me dicen, o llevar siempre la contraria para dejar clara mi postura e insumisión, no son actitudes adecuadas. ¿Cuál sería la correcta, entonces? Aquella que mezcla las dos opciones. Es decir, la que teniendo en cuenta lo que otros me proponen, me hace tomar una decisión razonada, bien a favor o en contra, sin actuar de forma caprichosa por incordiar o por demostrar «mi personalidad».

Actuar de la misma manera que nos gustaría que actuaran con nosotros es suficiente. ¿Te gustaría que alguien nos llevara siempre la contraria? ¿Te gustaría que alguien fuera absolutamente sumiso y que nunca te contradiga? Sería bastante aburrido ¿no? Pues actúa con los demás de la misma forma que quieres actúen contigo. Hacer lo que los demás nos dicen es bueno, cuando después de razonarlo, tomamos una decisión que coincide con aquella propuesta que nos hacen y no cuando nos dejamos llevar por el contentar a los otros, por el qué dirán… Haz lo que debas.

Anuncio publicitario

Un comentario

Los comentarios están cerrados.