Robar para comer y otras paradojas de la vida

Hoy observo incrédulo los noticiarios que publican el asalto a supermercados en Andalucía para repartírselo a personas necesitadas. Al tiempo, también leo en diarios locales de hoy, que se están detectando hurtos en pequeños supermercados de Tenerife. Evidentemente, la situación empieza a ser preocupante porque la próxima semana finaliza el periodo en el que se le proporcionaba 400 euros a personas sin recursos.

Sin embargo, el objeto de la reflexión es otro, preguntarme una vez más, ¿cómo es posible conciliar estas situaciones de pobreza con la alegría de quienes viven holgadamente? ¿Cómo conjugar un noticiario donde se habla de estas situaciones de pobreza, con el programa que se emite a continuación en el que se muestran las viviendas de personas ricas?, ¿Es viable ver reportajes de pobreza en nuestro país y a continuación admirar como muchas personas se van de viaje en vacaciones? ¿Dónde queda la solidaridad entre personas?

Hace días, también en televisión, esta vez en un documental, veía como una pequeña manada de jabalíes era atacada por depredadores. Los animales más grandes y rápidos , consiguen escapar. Lógicamente eran más hábiles y rápidos, mientras que las fieras se cebaron con el benjamín del grupo. Como suele ocurrir, son momentos desesperantes. El cachorro trataba de conservar la vida, ante los embates de las fieras. Seguramente en aquellas escenas podíamos ver reflejado el comportamiento de nuestra sociedad actual. Muchas personas lo pasan mal, como el cachorro, mientras los demás están a salvo. El tiempo del ataque se prolonga más de la cuenta, llegando a ser desesperante, hasta que este sentimiento se cambia por sorpresa. Los jabalíes que escaparon fueron a avisar a una enorme manada que acude al rescate del cachorro. Poco a poco, muchos poniendo en juego su vida, consiguen ayudar al pequeño.

Este reportaje ilustra perfectamente la situación actual. Algunos apenas tienen para subsistir, están a punto de quedarse sin ningún ingreso en el caso de suspender la ayuda de los 400 euros y el resto nos vamos, seguimos a nuestro ritmo. No somos capaces, siquiera de organizarnos, como la manada, para ayudar a los que lo necesitan… Me pregunto ¿Dónde queda la solidaridad?

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