Ayer se celebraron en todo el territorio nacional muchas manifestaciones de protesta por los recortes que ha impuesto el gobierno. Nadie, salvo los propios militantes y simpatizantes del Partido Popular, están de acuerdo con las restricciones que se han impuesto ¿Cuál es la razón de esta oposición tan férrea?
Creo que hay varias respuestas. Una de ellas tiene que ver con la comunicación. La mayoría de los españoles no entendemos para qué tanto recorte. La economía va mal ¿va mal? ¿para quién? Yo sigo ganando lo mismo o menos que hace años. Mi deuda sigue siendo la hipoteca y préstamo personal y poco más. El problema es el déficit público. ¿eso que es? La prima de riesgo ¿Y eso?Así sucesivamente podríamos preguntar a cualquier persona de a pie, por los motivos de la crisis y casi nadie sabe con certeza porqué estamos en esta situación.
Se nos ha empezado a hablar de la burbuja inmobiliaria, del ibex 35, de un montón de palabrejas que casi nadie conoce y que, parece ser, nos ha perjudicado enormemente. Pero, en la calle, nadie sabe a ciencia cierta cual es la raíz del problema. Por eso, resulta muy difícil que sea capaz de aceptar o de asumir medidas para algo que desconozco. Hay un fallo enorme de comunicación por parte de los gobiernos.
Pongamos un ejemplo, estoy en una empresa de fabricación de determinados productos, pero observo, que cada día hay menos pedidos y por tanto la producción ha de bajar debido a la competencia. Tras un tiempo el propietario anuncia que ha de despedir a un número determinado de personas. Los empleados nos negamos y pedimos reducir nuestros salarios y colaborar con el departamento comercial, para volver a incrementar las ventas y la producción. Hay un conocimiento y una experiencia personal de la situación, que hace la persona adoptar una actitud solidaria, comprometida y comprensiva de la situación.
Si este ejemplo lo aplicamos al estado, resulta que estamos en un problema que desconocemos, que no nos han explicado adecuadamente, que no hemos experimentado. Por tanto, no podemos ser solidarios al no comprender algo que nos imponen por la fuerza. Si el problema está ocasionado porque las administraciones se han endeudado más de lo que deben y ¿dónde están los culpables? ¿No pagan por esa mala gestión? En el caso de que el problema sea por los bancos que han prestado más y mal, dentro de la burbuja inmobiliaria, la responsabilidad es de ellos y deben cargar con sus consecuencias.
La ciudadanía está indignada, sobre todo por desconocer los motivos de la crisis, porque sentimos que no siendo los culpables de este problema estamos pagando los platos rotos. Es como cuando a un niño se le acusa de hacer algo de lo que no es responsable. Y, por si fuera poco, quienes obligan a apretarse el cinturón, siguen sin apretárselo.