Viviendo el presente, ¿Qué es vivir el presente?

Se nos proponen desde muchos ámbitos vivir el presente. Pero ¿Qué supone esta afirmación? Algunos lo confunden con vivir al límite, explorando lugares inhóspitos, tratando de hacer cosas, muchas cosas para no desperdiciar el tiempo. Otros hablan de disfrutar intensamente de cada instante, sin dormir, ni descansar apenas, para que no se nos escape nada de la vida. Sin embargo, vivir el presente, creo tiene algunas claves. Algunas de ellas son no dejarse atrapar por el pasado o vivir pendiente del futuro. Otras, consisten en tener tiempo para la interioridad y disfrutar de aquello que hacemos.
Vivir el presente, en primer lugar significa no estar angustiado por el pasado. Muchas veces justificamos nuestros fracasos presentes en situaciones que ocurrieron hace años. El pasado, pasado está y no hay que darle más vueltas. Algunas personas se pasan la vida atormentadas por algo que sucedió en su infancia o en la juventud. Se trata de malos hábitos que debiéramos superar. Si no podemos hacerlo solos sería bueno pedir ayuda.
Estar demasiado pendientes de lo que sucederá, pidiendo en todo momento que no nos suceda nada malo, esperar que la vida nos sonría siempre, preocupados por tener un bienestar, tampoco es demasiado productivo, puesto que nos impide centrarnos en la vivencia actual, pensando siempre en cómo será nuestro futuro. Por tanto, no debiéramos preocuparnos en exceso por aquello que vendrá, ni gastarnos dinero en adivinadores que tranquilicen nuestra conciencia. Entre otras cosas, porque el futuro, se lo labra cada cual con su pensamiento y su trabajo.
La otra clave interesante es la de la interioridad. Muchos proponen las religiones orientales como fuente de espiritualidad y bienestar. Sin embargo, creo que no hay que irse tan lejos. La religión católica nos ofrece lugares de espiritualidad maravillosos y no tenemos que irnos tan lejos. Aunque, obviamente, tenemos que quitarnos de la cabeza todos los prejuicios que nos han dicho y nos han contado. Es tan eficaz sentarnos a la orilla del mar en posición de loto y hacer meditación trascendental. Cono rezar una oración al Dios que todos conocemos. Lo importante, en cualquier caso, para vivir feliz, para vivir el presente, es disponer de tiempo y predisposición para la interioridad y la oración.
Como último paso considero muy necesario «gustar de aquello que hacemos». Si no nos gusta nuestro trabajo en exceso, seria bueno encontrar cosas agradables en él. Si el estudio tampoco nos fascina, seguro que habrá alguna asignatura que sí que nos guste, pues centrémonos en ella. Disfruta de lo que haces, al menos parcialmente. Y por supuesto, ten algún hobby, actividad que te enriquezca, tal como un deporte, lectura, afición, que haga de esta vida más plena. Al fin y al cabo, como alguien decía, es la única vida de la que disponemos, depende de nosotros que sea mejor o peor.

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