La negatividad en las noticias que nos ofrecen cada día los diarios no cesa. Hace algunas semanas comentaba que los periódicos y noticiarios deberían venderse junto con algún fármaco antidepresivo ante la situación que vivimos. Hoy, sin ir más lejos algunos periódicos abren con informaciones económicas: “Habrá más recortes” la austeridad, «por sí sola», no es la solución a la crisis. En otro diario, “Las familias pagarán por la acogida escolar temprana”, “El turismo apenas logra reducir el paro en canarias”, subidas de precios del agua, combustibles… Dan ganas de contener la respiración y esperar que todo esto pase, como quien se zambulle en el agua.
La situación económica es portada desde hace mucho tiempo en todos los espacios informativos, sin que hasta el momento se planteen soluciones o simplemente se alumbre algo de luz al final de este túnel oscuro en el que nos encontramos. Esta situación nos invita a contener la respiración, porque parece que no hay solución frente al estado de crisis permanente en el que estamos. Hay muchas personas que lo están pasando mal. Eso es innegable. Pero también estamos hastiados de tanta negatividad. Parece como si aquellos que nos gobiernan no fueran capaces de buscar soluciones, sino que se conforman con despertarnos cada día con un puñado de malas noticias.
Son muchos los que abogan por un cambio de modelo económico, pero nadie hace caso. Son muchas voces las que piden que se hagan recortes en otros ámbitos donde no se aplican. En la calle sólo hay un comentario generalizado “que ellos (los políticos) se aprieten el cinturón también”, pero no lo hacen, sino que siguen asfixiando a los que vamos escapando con algún ingreso que nos permite cumplir con nuestras obligaciones.
Así, con todo, dado que desde ningún ámbito se nos ofrece solución, lo mejor será, tal como decía al principio, contener la respiración y esperar que esto pase, puesto que parece que, de momento, es la única solución viable.