Hay un viejo dicho que afirma que «donde está tu tesoro, allí está tu corazón». Es, además, un afirmación atribuida a Jesucristo, quien dice que aquello que nos preocupa, nos desvela, lo que nos mueve es el centro de nuestro interés. Así, por tanto, parece lógico pensar que el deportista pone su vida y su corazón en el deporte que practica, el empresario se desvive por su empresa, el enamorado/a pone su vida en estar el mayor tiempo posible con la persona amada.
Esta frase y reflexión me viene a la cabeza pensando en el gobierno del país, donde en los últimos días, está siendo duramente criticado por los recortes efectuados. Es lógico pensar que a los dirigentes de la nación les importa poco el bienestar de las personas o su desarrollo personal, porque no están poniendo su empeño en ello. Simplemente su trabajo, su dedicación está únicamente dirigida a cuestiones económicas, solucionar el déficit, que la economía mejore, que haya crecimiento económico, la inflación… En fin, se escucha mucho hablar de dinero y bastante poco de las personas.
Es cierto que la mejora de la economía puede traer mejoras en las personas. Pero parece que no se está pensando en los ciudadanos a la hora de acometer las reformas, sino que se está pensando únicamente en clave económica. Parece, como si el dinero fuera un fin en sí mismo. Como si lo importante o ante quien hay que rendir cuentas es Mr. Euro o Mr. Dólar. No se transmite un deseo de mejorar la calidad de vida de los habitantes españoles, sino que el objetivo final es solucionar un problema creado por quienes no han sabido gestionar, precisamente, la economía del país.
Muchas veces pienso ¿qué pasaría si me quedara sin empleo? ¿qué pasaría si no tuviera recursos? ¿cómo haría frente a mis compromisos? Pero inmediatamente aparece otro pensamiento reflejo: ¿Qué es lo importante la vida o la economía? ¿Por qué las personas le hemos dado tanta importancia al dinero? ¿Por qué nos desvela saber si llegaremos o no a fin de mes? ¿Es eso lo más importante de nuestra vida? Pagar, pagar, pagar…
No quiero pensar en una sociedad que todo lo cuenta en términos mercantilistas, donde lo único importante es el dinero. Parece que alimentamos esa idea del gobierno. Lo único importante es el dinero ¿y la vida? ¿y la persona? Alguna vez pensamos que ocurría hace millones de años cuando no existía el dinero? El corazón de las personas estaba centrado en otras cuestiones, seguramente vitales, como el alimento, el abrigo, la vida… El amor. Vuelvo nuevamente al argumento del principio ¿Qué te preocupa el dinero, llegar a fin de mes, pagar la hipoteca, el coche?… Allí donde pones el corazón allí está tu tesoro.