Algunos motivos por los que el CD Tenerife no retornará a la Segunda División

Hay quien se ha sorprendido que me guste el deporte, en particular el fútbol. Aunque sinceramente, prefiero ver un partido de fútbol antes que un reality o una serie de televisión. No obstante, el fúbtol a veces también tiene de algo de reality, a juzgar por las declaraciones y esperpentos de algunos entrenadores. Pero quizá este tema sea objeto de otra reflexión posterior. Ahora quiero centrarme en el representativo insular y en las razones por las que el CD Tenerife no volverá pronto a jugar en la liga de plata española.

En primer lugar por el entrenador. No soy quien para poner en duda la labor del responsable del equipo, no entiendo de fútbol como para tanto. Desconozco tácticas, posiciones… pero sí que veo un buen equipo de inmediato y el Tenerife no lo está haciendo bien. Aunque de lo primero que quiero hablar no es de cuestiones deportivas, sino de actitud. Me sorprendió la primera conferencia de prensa del actual entrenador, utilizó, para mi sorpresa, una infinidad de frases dudosas, tales como «vamos a intentar», «vamos a ver» «deseamos».  Si un entrenador usa esas expresiones al hablar a la afición, no creo que transmita grandes espectativas a los jugadores ni a los seguidores del equipo. Si se duda, si no está clara la meta, dificilmente se podrá emprender el camino.

Por otro lado, los jugadores. He visto un partido hoy con el Atlético de Madrid B. Un partido aburrido hasta la saciedad. No había actitud, ni interés por ganar el partido, ni por jugar. Hay quien opina que desde hace mucho tiempo los jugadores que vienen a Tenerife, se dejan llevar por este clima relajado, playas, fiesta y se olvidan de lo deportivo. No lo dudo, porque de otra manera no se entiende qué es lo que le pasa a la plantilla. Un colectivo que ha sido capaz de cesar a entrenadores, tal como ocurrió con el último. Unos jugadores que encima se quejan cuando el público les abuchea en el estadio…

Sobre los jugadores habría que hablar mucho, porque no he entendido nunca a una persona que afirma  «no estar motivada para jugar», que «no era su día» y otras barbaridades que dicen los deportistas. Me gustaría ver a un trabajdor cualquiera diciéndole a su superior que no va a trabajar porque no está motivado, que no rinde porque no era su día, etc, etc. Así, por tanto, no entiendo ese tipo de declaraciones. De igual modo que no estoy de acuerdo con las primas por ganar o ascender. Puesto que utilizando esa misma regla, habría que establecer “anti-primas”o primas negativas. Es decir, si se desciende, si no se consigue el objetivo deseado, los jugadores deberían pagar al club ese desastre.

Finalmente, la camiseta. Muchos de los partidos que ha ganado el Tenerife es por la Camiseta. Para un jugador de la segunda división B, acudir al Heliodoro, tiene que ser casi como ir a competir con un gran club. Por la historia, el Estadio imponente, en comparación con lo que se ve en televisión en segunda, con nueve mil aficionados de media en cada encuentro. No es lo habitual de la categoría y eso, evidentemente presiona mucho al rival. De forma que los equipos que han ganado al Tenerife en su casa, han sido equipos humildes, que nada tenían que perder, que jugaban a divertirse, sin dejarse deslumbrar por la camiseta del contrario.

Sigo con interés este equipo porque me gusta ver y animar a mi equipo, pero ciertamente, ver jugar al “Tete”, empieza a ser un auténtico Calvario, especialmente por la actitud, algo que considero indispensable en cualquier deportista. Algo que los jugadores del Tenerife no tienen y por eso concluyo en que no serán capaces, salvo un gran revulsivo de última hora,
de retornar a la segunda divisón del fútbol español.

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