No sé muy bien porqué, pero me gusta la Navidad. Seguramente porque en casa, de niño, fueron siempre muy especiales y las recuerdo con mucho cariño. Nos reuníamos toda la familia cercana, cenábamos, íbamos a la misa del gallo. ¡Me podía acostar tarde! Era una noche diferente. No puedo olvidar grandes anécdotas de Navidad, como la primera vez que probé el aguacate. Estaba relleno y empecé a tomarlo con piel y lo dejé, obviamente. Cuando me preguntaron la razón para no tomar ese estupendo producto y les conté que era por el mal sabor de la piel, empezaron unas carcajadas que duraron toda la noche. Evidentemente, era pequeño y desconocía el aguacate. Pero todavía hoy se siguen acordando de aquella anécdota. Tampoco me olvido de las parrandas con tío Tomás a la guitarra y yo al timple. Otra noche de Navidad, después de la tremenda y suculenta comida y, tras los postres que caracterizan este día, mi madre me preguntó que si tenía más hambre. Le dije que me tomaría un huevo frito. Dicho y hecho. Se preparó el huevo y me lo zampé como si no hubiera probado bocado… y así seguiría narrando otras anécdotas de Navidad, pero no es la intención hacer un recopilatorio de cosas simpáticas de Nochebuena.
Dos chicos del Instituto me acaban de regalar en un folio un dibujo que dice simplemente “FELIZ NAVIDAD” en diferentes colores. Eso me gusta d e la Navidad, ese sentimiento de amor, cariño, felicidad hacia otras personas que se generaliza durante esta época. Unos podrán decir que es hipócrita ser mejores solo un día, que es un invento consumista. Y aunque tuvieran razón, que no la tienen, ¡qué más da! Si somos buenos, nos felicitamos, nos queremos aunque sea sólo un día al año, disfrutémoslo, que luego el resto del año tenemos tiempo de sobra para seguir siendo iguales… o ¿quien sabe? A lo mejor esa bondad y amor que nos trae el nacimiento de Jesús (eso que algunos llaman el Espíritu de la Navidad), ablanda algún corazón y nos cambia para siempre.
Feliz Navidad
Hermosos recuerdos, que por desgracia ya no son, porque todo ha cambiado, hasta nosotros mismos hemos variado en muchos aspectos, Pero soñar no cuesta nada y revivir aspectos tan bonitos de otro tiempo nos anima a recuperar ciertos valores perdidos.
Que tengas unas estupendas Fiestas de Navidad en compañia de los tuyos. Un abrazo y mejor año 2012.