No conocía esta red social ni muchísimo menos cómo funcionaba, pero precisamente hoy, hace cinco meses que me decidí por abrir una cuenta en Twitter. No lo había hecho antes porque no tenía, ni tengo intención de seguir a ningún famoso y pensaba que los usuarios de esta red se dedicaban a seguir los «piidos» de los populares. Cinco meses después considero que, con sus luces y sombras, tuiter es un lugar maravilloso donde compartir ideas, conocer gente (principalmente virtual), intercambiar información, dialogar…
Una de las cosas que más me ha sorprendido de esta red social es que pese a que tengas pocos amigos (prefiero llamarlos así antes que seguidores que es la traducción original) la información fluye a una velocidad de vértigo. Pongo dos ejemplos: supe de la muerte de Amy Winehouse y que Zapatero adelantaba las elecciones por el tuiter antes que por los medios convencionales. Es sorprendente y maravilloso que podamos estar en casa viendo un programa de televisión y comentándolo con otra persona que está a cientos de kilómetros. Es genial que un periodista presente en una rueda de prensa informe de lo que allí sucede y que esa información llegue a miles de personas en pocos segundos. Es increíble que el blog que tengo desde hace años, ahora reconvertido y alojado en wordpress (que se tuitea automáticamente) haya tenido hasta cincuenta lecturas.
El Twitter, sin embargo, tiene sus propias normas que desconocía y que he ido aprendiendo gracias a enormes amigos, algunos que conozco y otros solo virtuales. Mucha intuición y el interés por tratar de aprender cosas nuevas cada día, ha llevado a maravillarme por la posibilidad que ofrecen hoy las redes sociales. Quienes ahora me preguntan por el twitter, les digo que el único inconveniente que tiene es que hay que estar «enganchado», hay que publicar, buscar cosas que te llamen la atención y publicarlas. No es como el facebook, donde pasas meses sin entrar y siempre está ahí, aunque no se actualice. La red del pajarito exige uso, es activa, dinámica, se trata de la comunicación en estado puro y me apasiona tanto como cuando descubrí en los primeros chat que podía conectar con personas que estaban al otro lado del planeta. Tiene la posibilidad de conectar con personas muy interesantes que tienen mucho que aportar. Es la comunicación directa, cualquier persona que escribe sus cosas puede ofrecerlas a los lectores sin necesidad de un editor, libro, revista o cualquier otro.
Estoy creciendo con la red social, como mismo lo hace ella. Dicen que es la de mayor proyección ahora mismo y no lo dudo porque las mejoras técnicas de comunicación hace que los tuit hayan sustituido a los clásicos SMS, de manera que no sólo podemos enviar un mensaje a un grupo de personas, sino que además podemos estar en contacto permanente con ellas, a los que se suman amigos de amigos y se va creando una telaraña de amigos en red fantástica. También, claro está, hay personas que critican estas nuevas formas de comunicación por considerarlas frías, impersonales… pero prefiero quedarme con lo bueno que nos ofrecen, comunicación, inmediatez… eso que me atrapó desde muy joven en la radio.