Nuevas “redalidades” sociales

La red ha traído nuevos modos de relacionarnos. Sin caer en el cliché de parejas que se han conocido a través de Internet, de la posibilidad de contactar con personas que están en lugares lejanos, de ver noticias y todo lo que ya sabemos, la red configura hoy un nuevo espacio público, a modo de plaza, donde puedes conocer personas, relacionarte, que está empezando a configurar el modo de actuar de las personas de hoy.

Las Nuevas Tecnologías, especialmente los teléfonos móviles con acceso a Internet, se han convertido en un diario virtual en el que anotamos los lugares que visitamos, expresamos pensamientos, sentimientos, conversamos, tomamos fotografías que compartimos con una comunidad de personas que delimitamos cada uno de nosotros. Nuestros «amigos», no son sólo los que conocemos, sino que también los hay virtuales. Es decir, personas con las que compartimos parte de nuestra vida, a quienes enseñamos nuestras fotos, con quien compartimos noticias, artículos, reflexiones y que conocemos sólo a través de Internet.

No podemos, o al menos no debemos, emitir un juicio sobre lo positivo o negativo de esta realidad social, sino simplemente aceptar que es una nueva y diferente forma de encuentro entre personas. No hay, por tanto que demonizar la red, o como en alguna ocasión he escuchado: «yo no estoy en ninguna red social porque sólo me relaciono con las personas cara a cara», sino que creo que este modelo de de interacción entre personas va en aumento, de manera que cada vez son más el número de personas que acceden a las redes sociales. Ayer leía, en la celebración del primer año de la implantación de la videoconferencia en tuenti, que la media de sesiones audiovisuales diarias es de 62.000 con una duración media de siete minutos cada una. Por tanto, lejos de «poner a caldo» este lugar de encuentro, hemos de aceptarlo, tratar de entenderlo y convivir con él.

Los que tenemos cierta edad, o mejor dicho, para no ofender a nadie, a los que Internet nos cogió ya mayorcitos, hemos tenido que ir aprendiendo a gran velocidad todas las innovaciones de este apasionante mundo, que seguramente son creadas por personas de nuestra misma generación o mayores. Sin embargo, los adolescentes están creciendo con un móvil en la mano, los niños juegan con el ordenador y mi hijo Alberto de ocho años tiene tuenti, y pide día tras día tener facebook como mamá y papá. Los chicos y chicas de hoy se citan a través de las redes sociales, toman fotos a mansalva para colgarlas en su espacio personal y así compartirlas con todos sus amigos. ¿es malo?, ¿es bueno? No. Simplemente es diferente. Es la nueva forma de relación e interacción con los demás que no es ciencia ficción sino la forma de relacionarse hoy en día.

Esta nueva «redalidad» social, todavía en fase de expansión, posibilita compartir con muchas personas nuestras ideas y pensamientos, tener álbumes de fotos abiertos a la comunidad de amigos, quienes intercambian ideas y pensamientos con nosotros. Les gusta o no nuestra foto, el texto que escribimos, la idea o nos recomienda un producto para comprar cuando estamos en un supermercado. No considero que sea una forma contraria a la relación personal entre personas, sino complementaria. Puedes colgar una foto, de la que luego hablas cuando te encuentras con esa persona. Para ir concluyendo, el mundo de las Nuevas tecnologías ofrece hoy un montón de posibilidades, que lejos de criticar como modo artificial de relación, debiéramos aprender de ellas y hacerla complementaria a nuestra forma de entendernos en la sociedad que nos toca vivir. Puesto que ¿le enseñamos habitualmente a nuestros conocidos nuestras fotos?, ¿lo que escribimos, pensamos o los lugares que visitamos? La red posibilita que al mismo tiempo que visitamos un lugar y tomamos una foto, un amigo nos llame por teléfono para recomendarnos un lugar cercano o intercambiar experiencias de ese mimo lugar. ¿Es frío… artificial? No. Simplemente diferente y la nueva forma de relación una auténtica «redalidad social»

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