¿Es obligado ponerse moreno?

Veo en televisión a presentadores, invitados, playeros y demás jungla audiovisual, luciendo unos espectaculares bronceados. No sé si por envidia, o porque no soy de los que se estira en la toalla durante horas para tostarse al sol, me parece una barbaridad que tengamos que estar todos luciendo un «kunta kinte» porque es lo que se lleva ahora. 

Las modas siempre han sido así, pero creía que ya no era tan habitual la uniformidad, habida cuenta que hoy existen muchas tendencias y formas de pensar diferentes. Recuerdo que hace años sí que se notaba mucho más las modas. Si lo de moda era el pelo largo, pues todo el mundo lo llevaba de esa manera, si después tocaba los pantalones vaqueros entubados, todo el mundo tenía de esos pantalones. Tenía la impresión que esa fiebre había pasado, sin embargo, ahora con el moreno, parece que vuelven las uniformidades, seguramente, justificada porque entra en un terreno más llamativo, como es el de la estética, donde sí que se dan los modismos. Hoy en día las chicas han de tener «cuerpo de avispa», como me dijo una compañera de trabajo y me costó entender a qué se refería, y si eres chico, debe tener obligatoriamente «la tableta de chocolate» y todos los demás tenemos que volvernos locos para conseguir ese aspecto físico.

El moreno, por tanto, es una cuestión que no tiene nada que ver con una forma de vestir, de ser, de músicas o modas, sino que tiene ciertas connotaciones que dejan patente una serie de cosas muy valoradas. Entre ellas, que estamos de vacaciones, aunque el moreno sea de gimnasio en rayos, si lucimos un moreno, evidencia, para quien nos ve, que hemos estado en la playa, la piscina, tomando el sol, lo que en este caso, para un servidor sí que le da cierta envidia, porque en lo que llevamos de vacaciones no he visto al astro rey ni en fotografías, aunque hoy y ayer ha querido asomarse a la ventanita de las nubes, con dudoso éxito.

Otra cuestión ante el moreno, es que ante el encuentro entre un bronceado/a y quien no lo está, puede suponer cierta jocosidad: «yo estoy moreno/a y tu no», cosa que a quienes viven de la apariencia externa, puede resultar atractivo, como ese intento de ser superior, algo que el ser humano tanto le ha gustado siempre.

Quizá, el moreno tiene que ver con la forma de ser de la sociedad actual. El moreno es efímero, es cambiante, relativo, como el pensamiento actual, por eso es moderno, puesto que se debe estar moreno hoy… ahora, pero no en septiembre, hay que llevar la piel oscura ahora, pero no en invierno. Ver a alguien moreno hoy es un atributo positivo, sin embargo, en diciembre estaría completamente fuera de lugar.

Abogo por que cada cual vista el atuendo que más le convenga, independientemente de la moda, sino que sea fruto de su forma de ser, no como una elección mudable, tampoco parece demasiado conveniente tratar de eludir aquellas cosas positivas que nos proporciona la naturaleza, como es la alegría y la luz fantástica del sol, pero no como una moda, sino como producto de la estación en la que nos encontramos, tampoco parece lógico que tengamos que hacer caso a las modas y lucir todos un atuendo porque así se nos impone.

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