Carta de Ajuste

Anoche llegué a las tres de la mañana a casa y se me ocurrió encender la tele. Me encantan los medios de comunicación y hacía mucho tiempo que no veía la tele a esas horas. La programación que me encontré fue de lo más surrealista. Aparte de la pornografía, a la que ya nos hemos acostumbrado, la mayor parte de los canales tenían adivinadores en sus pantallas y juegos algo absurdos y en los que nadie participa. Entonces vino a mi cabeza aquellas franjas en colores o blanco y negro con música de fondo y el reloj, al que miraba incesantemente, esperando que llegara la hora en la que desapareciera para empezar a ver los dibujos animados. ¿Se acuerdan de la carta de ajuste? 

¿Qué miedo hay en poner hoy una carta de ajuste? Desde que llegaron las televisiones privadas a nuestro país, parece que comenzó una lucha por tener el mayor número de horas de programación, aunque sea absurda, en horario de noche. Pienso en las personas que por diferentes circunstancias tengan que pasar la noche en vela, se encontrarán sin poder estar acompañados por la televisión, porque la programación que se oferta es lamentable. Alguna de las televisiones locales, hace años llevó a cabo una interesante propuesta nocturna, reponiendo los programas que se daban durante el día en horario de madrugada, de esta forma se mantiene una programación y tenemos donde elegir. Sin embargo, parece que la opción más fácil es otra, aunque vaya en contra de todo sentido común. No se me ocurriría ponerme a ver un concurso para averiguar una palabra o un número, teniendo que llamar a un número de teléfono de alto coste, para obtener un premio dudoso. Quizá más interesante parezca lo de los adivinadores, pero insisto ¿no hay ninguna otra cosa? Sinceramente, prefiero la carta de ajuste. Sé que no todo el mundo duerme, que no hay nadie en la cadena y dejaron música puesta, pero parece que muchos interpretan esto como un desprestigio hacia la cadena. Sinceramente, creo que es peor la programación que ofrecen.

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